"Y con una gota de sudor escurriéndose lentamente desde el tórax hasta su hermoso, pequeño y a penas dibujado ombligo, danzaba frente a él como si fuera una serpiente. Sus manos como una bandera ondeante arrastran un sensual movimiento desde los dedos hasta deslizarse por sus hombros, bajando por sus pechos y terminando en un vigoroso movimiento en su pelvis y cadera, ocasionando que él mientras la mira fijamente sienta que su corazón le saldrá huyendo del cuerpo. Con un escalofrío que envuelve cada poro de su piel, enloquece de amor y pasión. Ella toma su velo y enredándolo en sus manos le acaricia suavemente el rostro; él se siente perdido, siente que la adrenalina que invade cada parte de su cuerpo no le deja otra opción que tomarla y hacerla suya... volverse uno solo"
¿Porqué escogí bailar danza del vientre? Porque me parece la manera más vigorosa de sacar esa parte que habita dentro de mí que siempre la conservo en cautiverio porque me asusta... la sensualidad.
Me hace sentir liberada del miedo a exteriorizar mi vanidad. De esta manera pude equilibrar el pudor con la sensualidad y asesinar los prejuicios que habitaron tanto tiempo en mi cabeza quizá por mis creencias religiosas, que me enseñaron a mirar mi cuerpo como un templo condenado y cerrado con rejas, cadenas y candados...
Hace tres años descubrí que bailando me sentía más segura y con más autoestima; también aprendí que un movimiento de cadera sí pudo haber logrado que cayeran imperios y que surgieran guerras... escuché que un poco de sudor con sensualidad despierta las tan mentadas "feromonas", y no sé si esta reacción química femenina alcance a llegar a ser la debilidad del género masculino, pero Julio Cesar y Marco Antonio sucumbieron ante ella.
"-Orad por la paz de Israel-" eso decía cada mañana mi profesor de Hebreo antes de abrir la Torah.
Cuando iba a comenzar la clase, introducía con un pasaje de la Biblia para reflexionar a cerca de este y luego nos mostraba datos geográficos e históricos de cada tema que preparaba para indagar sobre los orígenes del idioma. Cuando aprendí Hebreo, no sólo fue comprender la regular parte de mi pobre pronunciación, también fue conocer una cultura radical que no desprende su idioma de sus costumbres. Haciéndolo más puntual, para saber Hebreo hay que conocer la cultura Judía.
-Azazyahu Shetrit-
"Prefiero no saber nada de lo que pasó... la bondad de mis padres y mis familiares impregnaron las paredes de aquellos sitios de genocidio que nunca me atreví a visitar".
Cuando el Profesor Azazyahu me daba clases de Hebreo y de historia de Israel era imposible desconcentrarse; siempre depuraba cada cosa que enseñaba. Sí, usaba Kipá... para su cultura la Kipá es otro dedo de la mano. Recuerdo que era muy prolijo en su forma de vestir, pasivo, con un acento chistoso y con un muy buen sentido del humor. Un hombre viejo; en el tiempo que me enseñó tenía 69 años y se le veía siempre muy enérgico.
Llegó a Colombia en los 90's con su esposa y dos de sus cinco hijos; decía que conoció a Medellín buscando huir del frío de Bogotá. En las canas que invadían toda su cabellera y en los mechones que nacían desde sus patillas (Peyot) había una historia triste, como la de todos los Judíos que sufrieron en Europa por causa del Nacismo. En el año 1944 sus padres cayeron en la "Shoá" deportados de Checoslovaquia (República Checa) y murieron en Treblinka, campo de exterminio construido en Polonia, cosa que supo treinta años después de que buscó sus orígenes sin haber podido hallar mucha información.
Fue el penúltimo de nueve hermanos; corrió con la misma suerte de muchos niños que siguieron con vida por las numerosas adopciones que realizaron los conventos Católicos. Él y dos de sus hermanas se salvaron de los trenes de la muerte; sus hermanas fueron adoptadas por familias Inglesas para utilizarlas como servidumbre y muchos años después sólo pudo conocer a una de ellas con vida siendo sobrevivientes del holocausto, sus demás hermanos también murieron en los campos de concentración Polacos y no supo del paradero de dos de ellos, no encontró registros, no supo en que campos murieron.
A pesar de que en muchas ocasiones contó sus historias con los ojos vidriosos a casi encharcarse, luego cambiaba de tema y entraba en materia. Historias difíciles de asimilar... muchos han desmentido la veracidad de los vejámenes del holocausto Judío, pero yo que escasamente he vivido veinticinco años no puedo entender realmente la magnitud de lo que en esos lugares pasó, pero los sobrevivientes regados por todo el planeta nos cuentan y se duelen cuando afirman que realmente sí murieron aproximadamente seis millones de ellos.
De todas las religiones que he podido conocer estudiando Teología, la más fascinante para mi es el judaísmo, por su historia de persecución desde narraciones Bíblicas e históricas periféricas ajenas a la Torah hasta el presente perdurando aún con todas sus heridas de guerra. Ver que después de lo sucedido con la segunda guerra mundial siguen atados a la guerra, una guerra sin descanso que continúa librándose en las fronteras de su pequeña patria recién devuelta.
A pesar de que saben que han sido un pueblo perseguido desde sus inicios, guardan un gran amor y devoción por su cultura, que la hacen trascender a más que una religión; el Judaísmo es cultura, estilo de vida, orden y cumplimiento de cada estatuto cabido en su sistema de convivencia. Para mi los ritos Judíos son hermosos, desde Un Bar Mitzvah hasta la la lectura de la Torah en la Sinagoga en un día de servicio normal. Su Música, su comida, su vestimenta... Su historia me eriza la piel.
No me interesa polemizar si están errados o no en su religión, es lo que menos me importa, o en si tienen el derecho sobre reclamar Gaza... aprendí mucho de su forma de vida y con disposición de pensamiento abierto a conocer otras clases de dogmas y de estilos de vida religiosos saqué lo bueno y atesoré el conocimiento.
El pueblo que vive y ha vivido esperanzado en el "algún día". El pueblo de Abraham, el pueblo de los Patriarcas.
Envidia... carcome los huesos y el corazón del ser humano sin escatimar su condición. Produce en el interior, en el alma, un ardor peor que el ardor de la gastritis. Científicamente da cáncer y espiritualmente es un hoyo de malos sentimientos insaciable que no logra nunca llenarse.
Si sufres de envidia caminarás toda tu vida con el mal a cuestas, tu alma será un hoyo de malos sentimientos que no logrará llenarse y la muerte carcomerá tu corazón y tus huesos.
Y simulando que tomaba nota en aquella reunión con su parco y aburrido Jefe, sólo escribía su nombre repetidas veces seguido de garabatos, corazones y florecitas con los pétalos desproporcionados y desiguales. En un loco impulso que no pudo amarrar su cordura de mujer profesional, tomó su agenda, la cerró y sin dar explicaciones salió de la sala de reuniones como si tuviera un hechizo que se apoderaba hormigueante por todas sus piernas. Sus oídos se cerraron a las protestas de su Jefe al igual que la puerta de la sala de juntas ante su espalda.
Fue a su escritorio, tomó su cartera y salió del edificio. Se sentía libre... sentía que un impulso le había cambiado su día. Se dirigió entonces al paradero en donde todas las tardes tomaba su autobús para ir a casa, pero esta vez no tomó el autobús de siempre; tomó una ruta diferente que se hacía mucho más larga y terminaba en otro lugar. Se sentó el la penúltima silla del autobús, abrió su cartera, sacó unos zapatos bajitos que aparentaban ser muy descansados, se quitó sus zapatos altos y reemplazándolos por los bajitos suspiró cuando sintió que sus pies ya no estaban en puntillas y experimentó un descanso que la hizo sonreír. Guardó en la cartera sus zapatos altos, sacó su ipod y encendiéndolo, al instante su mundo cambió escuchando la sonata nº 3 de Johannes Brahms.
Sí existe, es una realidad... el karma hace parte del equilibrio de la vida; independiente de cómo lo llame cualquier religión (karma, recibir el pago de las acciones que realizas, ley del talión...) es una realidad inevitable e irrefutable que involucra un complot total llevado a cabo por el mundo entero que determina la cadena de reacción por consecuencia y que por último termina recompensando bien o mal.
Yo creo en la retribución de las cosas que hacemos; bien por bien, mal por mal, incluso en las creencias Cristianas está bien definido con "ojo por ojo, diente por diente". Yo he hecho cosas malas y las he visto retribuidas con algo malo que me hace perder cosas o personas que para mi son de mucha importancia. Pero cuando hago cosas buenas de corazón, esperando no recibir algo a cambio, recibo cosas muy buenas luego; también me ha pasado que he hecho cosas buenas pero luego son recompensadas con algo malo. Consecuencia que cambia cuando algo bueno luego me pasa y recibo aún más de lo que pensé.
No creo en la justicia divina aplicada a cosas naturales de la vida, creo que *Dios no utilizaría su justicia divina para arreglar un problema estúpido; como cuando alguien te roba algo, o cuando tu pareja te abandona, o tuviste un mal jefe... Creo que *Dios se reserva su justicia divina para cosas demasiado crueles. Ahora, lo que si creo es que él haya impuesto la ley de retribución para esos pequeños problemas. Y para el que no crea en un dios o tiene varios dioses, o su dios no es mi mismo *Dios, igualmente no altera la ley de retribución; simplemente está y se cumple naturalmente de acuerdo a tus acciones.
Cosas como esta cambian la percepción de la vida, la autovictimización y el esperar algo a cambio de otros.
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* Lo escribo con mayúscula refiriéndome al Dios Cristiano.