…Y resulta que cuando nos
perdemos a sí mismos, mágicamente el mundo a nuestro alrededor se confabula
para que volvamos a abrazarnos de lo que un día prometimos que no íbamos a
dejar de ser, y a repetirnos palabra por palabra lo bueno que es ese propósito
que nos llevó a decidir tomar de nuevo el camino menos usual que nos hace ver
cada situación como si siempre lleváramos puesta en los oídos la voz de esa
conciencia llamada Dios que permite que nos demos cuenta lo valioso que es cada
respiro por segundo.
Eso de hacer tratos con la
vida es hasta positivo… es mejor tener tratos con ella que planearla. Es mejor
que la vida quebrante el trato de seguir su curso como esperábamos y que
traicione el pacto, a que la hayamos planeado y nos derrumbe con sus cambios lo
incierto que hemos construido.
¿Cuántas maneras de morir en el intento de vivir pueden existir? Si la tuya es una de las peores maneras de vivir que has podido adoptar, entonces calla y no cuestiones mi forma de hacerlo.
Y
es que debo de conocer, indagar y en su sano caso probar todo para poder
criticar y desechar, o alagar y aplicar para mi vida… No hables de lo que no
sabes, no conoces y no te atreviste a darle la oportunidad del beneficio de la duda. Y si no quieres hacerlo o indagarlo,
tampoco te atribuyas el derecho de criticarlo.
Cuestiona las bases que tienes para que sean valederas tus críticas… si no haces uso de ello,
mejor calla, porque en su defecto pasarías a ser un Juez sin argumentos.
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